Resolución del III Congreso sobre el contingente del 2002

La Federación estatal de Asociaciones de SOS RACISMO, reunida en el III Congreso el 20 de enero en Barcelona, quiere expresar su rechazo al Contingente de trabajadores extranjeros (Cupo 2002) aprobado por el Gobierno en el BOE de 12 de Enero.
En primer lugar reiteramos, como hemos venido haciendo desde que se dispuso este mecanismo, nuestro desacuerdo general con una norma que considera a la inmigración como simple mano de obra, sin tener en cuenta el respeto a sus derechos como personas. Los contingentes son el reflejo de la política restrictiva seguida por el estado español, una política que regulariza extranjeros a cuenta gotas y cuando interesa.
Respecto al cupo de este año, vemos en él además de los puntos indicados aspectos especialmente preocupantes:

  • Está dirigido exclusivamente a quien se encuentra en su país de origen, olvidando a los miles de inmigrantes que residen ya de hecho en territorio español en situación administrativa irregular. No debemos olvidar que estas personas, por ineficacia y falta de voluntad de la Administración, llevan meses o años intentando regularizar su situación legal, y que en la actualidad hay cuatro procedimientos distintos de regularización aún sin cerrarse.
  • Únicamente contempla la posibilidad de ofertas genéricas, y no nominales. La selección se realizará en los países de origen, y son de prever casos de corrupción y de pago por la consecución de una plaza.
  • Según la línea apuntada por el gobierno, la existencia del contingente cerrará las vías de entrada ordinarias previstas por la ley. Es decir, quien tenga una oferta de trabajo y no entre en el cupo no podrá entrar legalmente. Esto supone, además de una vulneración de la misma ley, empujar a la entrada irregular incluso a aquellas personas que cuentan con una oferta de trabajo desde el país de origen.
  • Las dos terceras partes de los ya de por si insuficientes puestos de trabajos ofertados en el Cupo van dirigidos a permisos de temporada, no estables. Estos permisos no son renovables y solo autorizan a trabajar en el puesto ofertado y por los meses de duración del contrato, impidiendo al extranjero solicitar luego un permiso de trabajo ordinario. Se produce así un enriquecimiento injusto a costa del extranjero, una mano de obra de usar y tirar que tras trabajar, cotizar y consumir en España es obligada a retornar. Esta política es inaceptable desde el punto de vista del respeto a los derechos humanos y de la dignidad de la persona.
  • Los puestos de trabajo previstos, tanto estables como de temporada, son para sectores de empleo precarios, que impiden en muchos casos al extranjero trabajar en lo que está formado y le condenan a la explotación laboral. Se produce, además, un tratamiento distinto para los puestos de servicio domestico, sector de especial precariedad.
  • Se favorecen determinadas nacionalidades en detrimento de otras. Esta política selectiva es discriminatoria y fomenta el racismo diferencialista y cultural, al reforzar los prejuicios sobre personas de determinados orígenes.

Por todo ello, manifestamos nuestra repulsa a este mecanismo legal, pedimos una reconsideración del mismo e insistimos una vez más en la responsabilidad con la que debe afrontarse el hecho migratorio, dentro del respeto a las normas internacionales de protección de los derechos humanos.
Federación de Asociaciones de SOS Racismo del Estado Español
20 enero 2002

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